Cuando una persona mayor necesita de cuidado profesionales continuados y los recursos sociales en el entorno familiar son insuficientes, puede hacerse muy difícil mantenerla en su domicilio, siendo la residencia una buena alternativa.
Antes de tomar la decisión de ingreso de una persona mayor en una residencia es fundamental contar con su consentimiento, cuando su capacidad mental así lo permita.
Cuando vaya a seleccionar un centro residencial exija conocer el plan de cuidados que tiene la residencia, visítela y solicite las aclaraciones que usted considere oportunas.
Son centros que ofrecen vivienda permanente y atención integral a las personas mayores que, por su problemática de salud, familiar, social o económica, así como por sus limitaciones de autonomía personal, no pueden ser atendidos en sus propios domicilios. Las residencias Cuenta con servicios de atención sanitaria, social, rehabilitadora y ocupacional, así como la posibilidad de participar en actividades de carácter socio-cultural y recreativo.
Complementa a la familia, facilitando la permanencia de la persona en su entorno familiar disminuyendo la sobrecarga del cuidador.
El ingreso de nuestro familiar dependiente es una decisión dura e importante pero a veces necesaria. Nunca significa abandono por lo que es muy importante que ayude a su familiar a adaptarse a su nueva situación vital.
Procure visitarle diariamente, principalmente en el periodo de adaptación para darle cariño, evitar que surja en sentimiento de abandono o soledad. Facilite al equipo cuidador los hábitos, gustos y preferencias de nuestro mayor.